En el ecosistema de los medios de comunicación locales, la publicidad oficial juega un papel clave. No solo representa un ingreso fundamental para la sostenibilidad de los medios, sino que también refleja el compromiso de los gobiernos municipales con la pluralidad informativa. Sin embargo, en Balcarce, la asignación de la pauta publicitaria parece no ser equitativa, favoreciendo a algunos medios mientras otros quedan relegados.
Es legítimo preguntarse bajo qué criterios la Municipalidad decide distribuir su pauta. ¿Se trata de afinidades políticas? ¿De conveniencia? ¿O simplemente de una falta de transparencia en el proceso? Lo cierto es que cuando un área de prensa elige beneficiar a ciertos medios y excluir a otros, se rompe un principio básico: el acceso igualitario a los recursos públicos.
Un municipio debería fomentar la diversidad informativa y no castigar a los medios que pueden ofrecer una visión crítica o distinta. La libertad de prensa no solo implica poder publicar sin censura, sino también contar con las condiciones económicas que permitan su desarrollo.
Si la Municipalidad de Balcarce pretende construir una relación sana con la prensa, debe revisar su política de distribución de la pauta y garantizar que todos los medios, sin distinción, tengan igualdad de oportunidades. Solo así podrá asegurarse una comunicación transparente y un periodismo verdaderamente libre e independiente.